BAD TASTE (Mal Gusto)
Cosa fina lo que os traigo hoy, aunque es posible que muchos de vosotros ya lo conozcáis, puesto que hace cosa de cuatro o cinco años gozó de una enorme popularidad, a raíz de unos estrenos muy sonados de unas películas que venían a durar algo así como unas 27 horas, y que encima después te las sacaban extendidas, y que iban básicamente de gente andando.
Efectivamente, estoy hablando de “El señor de los anillos”, y lo hago porque quiero dejaros claro quién es el director. Sí señores, Peter Jakson, el gordito entrañable que más partido nos ha hecho sacarle a una entrada de cine (joder, para 6 putos euros que cuestan, ya podrían coger todos el ejemplo, y ya que entras, que nos salgas en unas 4 horas, no??). Bueno, pues eso, que el mismo director que consiguió 11 Óscars, también tuvo un pasado, y para eso estamos aquí, para ver cómo empezó.
“Bad Taste” es una de sus primeras películas, y por si no lo sabíais, entre lectura y lectura de ESDLA este buen hombre se dedicaba a dirigir cine gore, pero cualquier tipo de gore, no, el más bestia y salvaje que se os pueda ocurrir. Y encima en plan cutre a más no poder.
El argumento, si es que os importa en este tipo de películas (mira que sois raros), consiste en una invasión de alienígenas, que como no tienen otra cosa que hacer, pues vienen aquí a tocarnos los huevos. Bueno eso de aquí es un decir, porque la película está ambientada (o algo así) en Nueva Zelanda. Y os preguntaréis, ¿en Nueva Zelanda?, pues porqué no, qué pasa que si no es en USA nadie se cree que puedan venir los Et’s estos, ¿verdad? Es lo de siempre, siempre nos quejamos que todas las pelis son iguales, que si los americanos y hostias, pero llevas la acción a otro sitio y no se lo cree ni el tato, pues a ver si nos ponemos de acuerdo.
Bueno, que me desvío del tema, que bajan los bichos éstos (que dices tú, tíos, millones y millones de años luz para llegar hasta aquí comprendo que os pongan de mala hostia, pero tampoco es razón para matarnos sin mediar palabra, ¿sabéis?) a liarla, y un grupo de amigos súper friáis, autóctonos de la isla, pues se dedican a salvar el mundo ellos solitos.
No os podéis perder el diseño de los aliens, es mítico, deformes de las cabezas y del culo, y con unos andares que parecen que llevan un ciego descomunal, que lejos de dar miedo, yo creo que te matan porque te pillan descojonándote en su puta cara. Normal que estén tan cabreados, a saber la infancia traumática que deberán haber pasado, porque digo yo que aunque sean extraterrestres, en sus respectivos planetas también tendrán escuelas, y los niños, terrestres o alienígenas son muy malos, y más a esas edades (esto parece el discursito de las abuelas ¿eh?), y fijo que estaba el cabroncete que les quitaba el bocata en el cole, y todo eso, si es que al final, es todo igual, en la Tierra que en Plutón.
Otra vez me he desviado. Volviendo a lo del cine gore. Como es normal, a la mínima ocasión de introducir casquería y pintura roja, la pantalla se llena hasta el extremo con cualquier salvajada que se os ocurra, desde arrancar brazos, piernas, o cabezas, hasta abrir los cuerpos en canal, y dedicarse a sacar toda la colección de órganos y vísceras que cualquier ser humano que se precie guarda celosamente en su interior.
Siguiendo la línea de la sección, os recomiendo sobremanera que permanezcáis atentos a la escena del potaje. Es posiblemente lo más desagradable que mis ojos han visto en una película, y siento deciros que ha sido mucho, si no, no escribiría esta sección. Y como os conozco, y sé que o bien no vais a ver la peli, o os entra el changüelo, os contaré que en esa escena, que se trata de un ritual de ingreso en una secta, los dirigentes van vomitando una sustancia verde viscosa con grumos cual potaje de guisantes, y posteriormente, los candidatos a ingresar en la orden, tienen que ir bebiendo religiosamente uno a uno, o mejor dicho masticando, porque esos tropezones no se los salta un caballo. Espero que la descripción de la escena haya sido lo suficientemente gráfica como para que os hayáis hecho una idea de lo que os hablo. Je je.
Bueno, no sé que más deciros, que como toda película gore que se precie, pues los efectos especiales no van más allá de lo que cada uno de nosotros pueda hacer con lo que tenga tirado por su casa. En serio, es de lo cutre, lo peor, sólo comparable al buen gore español, que ya comentaré más adelante (hasta en eso ganamos), pero de lo que viene de fuera, y junto a la saga de “El vengador tóxico”, es de lo más bajo.
Pues nada, que como de las primeras veces estamos hablando, pues simplemente quería que conocieseis un poquito mejor al endiosado Peter Jakson, que no todo son historietas fantásticas de un montón de gente, que cada uno mide lo que le da la puta gana, y que se tiran un año andando para tirar una mierda de anillo. No señores, este hombre empezó haciendo gore, y lo veo de puta madre, porque se notaba que disfrutaba con lo que hacía, que además de remakes de King Kong, pues también hay que divertirse y hacer lo que a uno más le gusta.
